miércoles, 11 de abril de 2012

Jueves de fe

Nos encontramos inmersos en la semana de pasión, y para alegría de muchos y desconteto de otros, y para variar, está lloviendo. Dicen que nunca llueve a gusto de todos pero es que lo de los cofrades no tiene nombre. Este año parecía que no habría preocupación en cuanto a la meteorología se refiere, pero era mucho suponer...Este año, la Señora de la Trinidad, ha preferido quedarse en su casa, con el consiguiente amargor que se nos queda a los que llevamos preparando este día desde principio de año. El que viene será.

Con el ánimo un poco caido por las circunstancias, recibo la llamada de mi amigo Juan, que me cuenta que lleva dos salidas de pesca en esta semana y se ha encontrado una actividad frenética en aguas cercanas a su domicilio. Sin pensarmelo dos veces, preparo arreos y después de un corto sueño pongo rumbo a este embalse. A las 8:30h de la mañana me encuentro con Juan en un bar de carretera para desayunar y coger fuerzas para una intensa mañana.


Una vez aparcado el coche y después de una larga caminata entre olivos, llegamos a este precioso enclave.






La climatología no predecía un buen día, además se esperaban rachas de viento de entre 14 y 20km/h. Los primeros lances fueron con crankbaits a media agua, pero enseguida nos dimos cuenta que no daría resultado.

Lo siguiente en utilizar: jerkbaits de vinilo. Parece que los estaban esperando...al caer al agua en el primer lance noto unos leves mordiscos al final de mi línea y ¡ZAS!. Ya está aquí el primero.

La luna llena caracteristica en esta época no defraudó e hizo que, como venía observando Juan en días anteriores, los basses estuvieran muy activos. Las capturas se sucedían una tras otra, llegando a rondar la veintena de piezas, saliendo alguna que otra de buen porte.






















Lo que no he podido con mi hermandad en esta Semana Santa si que lo he hecho, y con creces, como pescador.