domingo, 29 de enero de 2012

El que la sigue...

Hacía practicamente un mes desde que guardé las cañas para pasar la epoca invernal y hace una semana que las saqué, ya no podía más. Para quitarme el gusanillo decidí ir en busca de basses, y aunque soy consciente de que es la peor época para engañar al "diablo verde", mis ganas primaron ante un seguro fracaso.

Es cierto que es la peor época para practicar la pesca del bass dada la inactividad en la que se encuentra, pero no todos están inactivos. Solo los más GRANDES tienen la suficiente materia grasa, la cual les sirve como energía y les permite tener cierta actividad y poder seguir a su instinto cazador.

Este mes leí en una revista de pesca algo sobre la pesca del cetrarquido en invierno. El escritor del articulo en cuestión comentaba que para pescar basses en invierno eran imprescindibles varios factores: ser tenaz, pescar muy despacio y hacerlo desde embarcación. Salvo lo último, estoy de acuerdo.

Pues como iba diciendo, salí en busca del preciado animal, a ver si me brindaba un bonito lance. He de decir que la meteorología juega a mi favor, ya que en esta zona de la peninsula no parece invierno. Aprovechando estas circunstacias, decido probar suerte en las horas donde pienso que el agua puede tener mayor temperatura. Una vez a pie de orilla, "solo" queda elegir un buen señuelo, para mi gusto lombriz con cola. Y ahora a batir agua muy despacio con pequeños tirones. La tenacidad entra en juego. Muchos lances en la misma zona dan como resultado con una picada fallida, pero no hay segundas oprtunidades.
Para este fin de semana tenía previsto quedar con algunos amigos para pescar pero un desafortunado percance en mi ojo (no es nada grave) me hizo abandonar los planes de pesca del sabado y posponerlos para el domingo. Las circunstancias hicieron que Alvaro no pudiera venir asi que, decidí salir solo. La climatología no había cambiado, solo un fastidioso viento, que no podría con mis ganas de pescar. Volvía a repetir la misma estampa de la semana pasada, movimientos muy lentos con artificiales de vinilo (lombrices, cangrejos,etc), lance tras lance mi paciencia se iba colmando, hasta que al final...

EL QUE LA SIGUE...LA CONSIGUE.


Por cierto, y por si algún miembro de medioambiente está leyendo esto, en relación al nuevo decreto, intenté cumplirlo, pero despues de la foto, el malvado animal se me cayó al suelo con la mala suerte de que lo hizo en el agua y no pude volver a cogerlo para sacrificarlo. Siento mi torpeza e intentaré que no vuelva a ocurrir.