lunes, 11 de abril de 2011

Bacanal en el rio

A eso de las 9 de la mañana llegué al camino que me conduciria a mi destino de pesca. Siguiendo este camino se cruza un puente que pasa por encima del río. Al llegar a este punto paré mi coche ya que ví bastante actividad en la orilla. Me bajé, monté el equipo y me drigí hacia la orilla con mucho sigilo. El espectáculo que me esperaba era digno de ver. Las carpas se veían por decenas, revolcandose unas con otras y a todo lo largo del cauce, se respiraba en el ambiente el frenesí. Tanto era así que mi presencia era totalmente invisible para ellas. por mucho ruido que hiciera, por mucho que les lanzara mis imitaciones, ellas iban a "lo suyo". Esta indiferencia me hizo tomarme la jornadcon más tranquilidad, ya que sabía que daba igual lo que hiciera que seguirian ahí. Por lo tanto me dispuse a lanzarles una "montana" en naranja que parecía no les disgustaba ya que las que se veian en solitario hacian por ella. Y entre tanta carpa por fin llegó la recompensa del largo camino hasta este precioso lugar, una captura muy bonita. Un a vez capturada la primera seguí orilleando pero con la mera intención de contemplar este magnifico espectaculo, para mí, insólito. Estuve andando por la orilla hasta que lamalezme lo permitio, por lo que decidí ir a lo que había venido. Buscar barbos. Recogí bartulos me monté en el coche y fuí en busca de un lugar que ya había estado anteriormente. En esta ocasión el nivel estaba bastante más bajo, por lo que tuve que andar algo más buscando un sitio donde poder encontrarlo. Al final del camino, y sin poder ver el cauce del arroyo, volví a escuchar de nuevo el ajetreado aleteo de las carpas, era increible la cantidad de animales concentrados en este tramo. De nuevo monté mi equipo y comenzé a lanzar, no paraba de mirar con las polarizadas buscando algúno de esos barbos que por allí suelen frecuentarse, pero solo veia carpas y más carpas. De echo fué otra de estas la que quiso darme otro buen rato con un buen lance. Al cabo de un rato y en una zona casi sin profundidad, donde las carpas intentaban subir rio arriba sacando para ello todo su cuerpo, pude ver una barriga amarilla"huevo" y una aleta dorsal que no era la de una carpa, ¡efectivamente! era un barbo, uno entre alrededor de quince o veinte carpas. Pues bién, con una trnquilidad que no me caracteriza, le lanzé mi imitación de insecto con cabeza plateada justo al lado, se giró pero no consiguió llegar, pero al tercer lance conseguí ponersela tan cerca que hasta yo me sorprendí. ¡MENUDO TORPEDO!, no cabia duda de que habia sido el barbo el que había cogido la ninfa. Cuando aquel submarino había conseguido sacar casi toda mi línea, el bajo que tenía no agunató y ¡¡ZAS!!, se partió. Con un sabor agridulce reparé el equipo y seguí intentandolo,¡tenía que sacarlo!. Poco rat después apareció otro, de menor tamaño pero igual o más interesante para mí. Poco tardó en tragarse la ninfa y ¡OTRA CARRERA!. Es impresionate. Para mí es el tandem perfecto entre modalidad y especie. No he probado algo igual. Pues con la foto de rigor y su rapida suelta a su lugar de origen, me fuí de vuelta al coche ( a paso ligero ya que se me habia ido el santo al cielo...), pensando en que esta primera vez será un punto y aparte en esta pasion que tengo por la pesca. un saludo a todos y buena pesca.