martes, 13 de abril de 2010

UN BUEN DIA DE PESCA

Metidos ya de lleno en la primavera, con el buen clima y la subida de temperatura de las aguas, es casi obligada la escapada al campo cada fin de semana y este no ha sido menos.
Con la resaca del derbi y los estragos de las pizzas me levanté tempranito para recoger a Juan y dirigirnos a uno de nuestros embalses favoritos. Un cafelillo mas tarde dejamos el coche y empezamos apreparar los equipos, el agua ya estaba bastante más clara que en dias anteriores y el nivel...uf!.

Empezamos a orillear y decidimos probar cada uno pordistintas capas, Juan iba a explorar en profundidad y yo lo iba a hacer en superficie. La maleza hacia bastante complicado el andar e incluso el lanzar así que yo empecé a caminar para intentar localizar zonas mejores y más abiertas. Juan, por su lado decidió ir escrudiñando todos los rincones donde hubiera posibilidad de conseguir una captura. Desde luego la pesca es un arte complicado pero el premio a la perseverancia está garantizado, y es que cuando Juan me alcanzó media hora despues ya llevaba en su cuenta la primera captura.









  
¡¡Buen Bass!!

Seguimos tentando la suerte y poco rato despues me grita: "¡Manolo otro!. Bueno, bueno como va la cosa...


.                                                                   ..foto y al agua. 

Ya empezaba a oler el bolo y decidí cambiar de estrategia, ya que mi opcion no parecia ser la más acertada. Coloqué un vinilo al final de mi línea, y empezmos a probar suerte.
Encontré una orilla rodeada de juncos, y lancé mi lombriz con cola, Juan desde donde estaba me daba las instrucciones de como darle un buen movimiento al artificial y yo tranquilmente me puse a ello. Podía sentir la orografía del suelo, los pequeños enganches y a metro y medio de la orilla noté el primer tirón: "¡Juan me acaban de picar!", siguió con las recomnedaciones y sin perder el control ni los nervios volví a lanzar. Recogiendo despacio volví a pasar la lombriz por el mismo sitio y... ¡otra vez!. Ya iban dos. Yo estaba tranquilo y algo me decía que volvería a entrar una tercera. Repetí la misma operación con la sangre muy fría y no me equivoqué..¡MENUDO TIRON!, empezé a recoger hasta que pude ver el precioso animal que traia, conseguí sacarlo mientras Juan corriá hacia mí para poder fotografiarlo y...
                        
¡BUUUALAA!

Cerca de 2kg de Bass...



La verdad es que no hay nada como una buena jornada de pesca...

martes, 6 de abril de 2010

Mosqueado

Era el 6 de enero de 2010, por la mañana temprano, cuando de un salto me levanté de la cama y salí corriendo al salón en busca de mis zapatos, para ver si de verdad habian dejado lo que les pedí (a los reyes magos, claro)... ¡Siii!, es mi equipo nuevo, una caña SHIMANO para una linea 6/7, un carrete GRAUVELL, la cola de rata, etc., ¡¡POR FIN!! mi equipo de mosca. Poco a poco lo fui completando: el backing, una cajita para moscas, algunas moscas, ninfas, streamers..., ya lo tenía todo... ahora solo falta que escampe...

Dos meses despues PARÓ de llover y pude empezar con las clases practicas, ya que si de algo me sirvieron esos meses de agua, no fué para otra cosa que para ver decenas de videos y blogs de pesca a mosca, por lo que la teoría la llevaba aprendida. La práctica, como en todo, ya es otra cosa y es que como dicen los profesionales de esta modalidad, no es nada facil y hay que practicar muchisimo, así que yo al lío.

Otro handicap es el estado de los ríos y embalses, aguas chocolateadas que no dejan ver las moscas y niveles altísimos de agua con los arboles metidos en el agua lo que hace imposible un lance sin enganchar la cola de rata en cualquier rama, pero yo erre que erre.

Y por fin Semana Santa, olor a azahar, sonidos de cornetas, y el Jueves Santo... a pescar, jeje. Y es que de todo da tiempo en estos días y para descongestionar los pulmones de tanto incienso, decidimos dar un paseito mañanero los tres al campo. Mientras ellas paseaban cogiendo flores yo aproveché para dar unos lances en una orilla donde Vanesa había visto unas pocas carpas comiendo. Me acerqué cautelosamente, monté una ninfa de cabeza dorada, y comenzé a lanzar una y otra vez hasta que noté lo que en un principio creí que era un enganche... ¡han picado!, tremenda emocón la mía, mi primera carpa a mosca, recogí todo lo rápido que los nervios me dejaron, la caña totalmente arqueada me transmitía toda la fuerza que ese magnífico animal tenía. Conseguí sacarlo sin mayor problema, y rapidamente fué devuelto al agua, dejando atras una bonita sensación, como si fuera la primera captura de mi vida.