domingo, 18 de octubre de 2009

16 de octubre

A las 8:30 salía el sol en el embalse de S.R. de Navallana y allí estaba yo, preparando el equipo y sacando "el arsenal" con el que pretendía engañar a algún bass.


Poco tenía que caminar desde donde tenía el coche hasta el lugar elegido, una colita llena de ramas inundadas para continuar orilleando por una zona muy escarpada, muy mala de andar, pero siempre da buenos frutos. Cuando llegué al sitio, y viendo que había bastante actividad en la superficie probé con un paseante XPS blaco y negro al que no le hicieron mucho caso, bueno mas bien ninguno. A continuación, me decidí a probar suerte con lo que ultimamente no falla, vinilo. Monté en mi línea una imitación a un pez pasto que nunca me ha defraudado, en otra ocasión dejáré una fotillo. Bueno pues empezé a lanzar este señuelo y efectivamente no defraudó. Como engaño que es, lo que es engañar si que engañó. Hasta tres picadas de las buenas tuvo, pero no consegui enganchar ninguno, y yo erre que erre, y de pronto, como si hubieran aprendido, dejaron de hacerle caso.


Lo siguiente era sacar otra vez la caja de vinilos para ver lo que usaba a media agua...un cangrejo, otro de mis señuelos preferidos, de los que nunca fallan. ¡Pues no era el día, no!.


Ya se estaba poniendo la cosa durilla, y eran las 10:30. Hablando con unos chavales que habían venido de Sevilla, nada menos, comentamos el pasotismo del pescado, y yo a la vez sacando una lombriz, que sinceramente no le presté mucha atención, la eché al agua y... ¡¡ZASS!!, nada más caer al agua. Un bonito blacky.










Todavía con el buen gusto que me había dado esta captura, seguí intentandolo por activa y por pasiva, pero sin rastro de basses, que no volvieron a aparecer en toda la jornada. Lo unico más significativo que ocurrió en esta mañana fué la caída que tuve de la que aún me resiento, y es que uno se confía y se creé cabra montesa, y por supuesto no lo es.